dijous, de juny 02, 2016

Reto Tabarca-Torrevieja a nado

El pasado sábado 28 de mayo se llevó a cabo el reto solidario que pretendía unir las costas de Tabarca y de Torrevieja, tras completar una distancia de 28km a nado. Y donde gracias a este evento deportivo se destinarían las aportaciones económicas realizadas por colaboradores, patrocinadores y gente en general, para la asociación Dr. Clown que actúan en la planta de pediatría del Hospital General de Elda para hacer la estancia más agradable a los niños que están ingresados por diferentes motivos.
 
Debido a la importante distancia a cubrir, nada más ni menos que 28km, conllevó que a las 5:00 de la madrugada toda la tripulación, compuesta por 11 personas, que iba a participar de uno u otro modo en el reto, se citara en el Club Naútico de Santa Pola, donde esperaba el patrón de la zodiac y su acompañante, así como Javier Quesada, directivo del Club Natación Alone de Santa Pola, para allá a las 5:30 salir en dirección a Tabarca, lugar desde donde se iniciaría la travesía.
Durante el trayecto en zodiac de Santa Pola a Tabarca, observamos a lo lejos unos rayos que presagiaban que las condiciones meteorológicas no iban a ser muy favorables durante la jornada, pero en aquel momento, contagiados por la ilusión del reto no se le dio importancia, pues el mar estaba en relativa calma.

Una vez que la zodiac llegó justo enfrente de la playa principal de Tabarca, Gustavo Carrión, único nadador con intención de completar los 28km, se lanzó al agua a las 6:00 tras ponerse el imprescindible traje de neopreno, pues la temperatura del agua estaba a 20º, y empezó a nadar paralelo a la zodiac, la cual le iba guiando la dirección, pues en ese momento no había una pizca de luz que pudiera a Gustavo orientarse por sus propios medios.

Durante las primeras horas de travesía, Gustavo estuvo nadando en solitario, y fruto de sus buenas sensaciones, nadaba a un ritmo vertiginoso que obligaba al patrón de la zodiac y a su acompañante a no perderlo de vista para que no se adelantara en exceso.

Estas primeras horas también estuvieron marcadas por el frío ambiental, pues a la humedad propia de la noche, se le sumó un viento que requería el uso de más ropa por parte de la tripulación para paliar tal efecto, y la presencia de unos nubarrones que además de alargar la salida del sol, provocaron la aparición de una ligera lluvia.

Transcurridas las 3 primeras horas de travesía, se volvió a realizar uno de tantos controles de avituallamiento guiados por Marcos Vidal que tendrían lugar a lo largo de toda la travesía, donde tras cada hora aproximadamente se le facilitaba a Gustavo una toma, la cual según el calendario que tenía tan detallado podía consistir en una toma de bebida con carbohidratos, una toma de sales minerales, una toma de geles, o simplemente beber agua. Buscando con todo ello, que Gustavo no bajara su rendimiento por la falta de ingesta de alimentos imprescindibles y que por tanto aseguraran una buena hidratación, y una buena reposición de sales minerales y carbohidratos, facilitando con ello unos adecuados procesos metabólicos en su organismo que le permitieran seguir con su reto.

Tras esta toma, Gustavo Carrión siguió nadando, pero no lo haría solo, ya que uno de los tripulantes en el barco, Antonio Samper, se lanzó al agua y le estuvo acompañando alrededor de 3km sobre 40m de profundidad (como a lo largo de toda la travesía), coincidiendo en todo ese tiempo con una ligera mejora de la meteorología, pues el sol ya se vislumbraba entre las nubes, con lo cual la temperatura ambiental era algo más agradable. Pero en cambio, una espesa niebla situada hacia el lugar de destino, hacía inviable adivinar donde se encontraba la costa, si no fuera gracias a la majestuosa antena de Guardamar que emergía sobre la niebla, y por tanto facilitaba al patrón del barco el rumbo más directo hacia Torrevieja.

Una vez terminada la participación de Antonio Samper junto a Gustavo Carrión, se le sumó la presencia de otros dos nadadores que tendrían un papel muy importante para Gustavo en este reto, Nelson Sepúlveda y Sergio Amorós, pues ambos también habían entrenado a lo largo de los
últimos meses con el objetivo de realizar junto a Gustavo los últimos 15km de la travesía, y así llegar juntos a la costa de Torrevieja.

La presencia de Nelson y de Sergio junto a Gustavo coincidió con los mejores momentos meteorológicos de toda la travesía, pues el sol era ya el protagonista claro frente a las nubes, la niebla que ocultaba la costa de destino había desaparecido, pero sobre todo porque la situación del mar era tan plácida que parecía una enorme piscina, donde no había presencia de olas, y por ello, los 3 nadadores pudieron durante ese tiempo nadar a un buen ritmo.

Y más aún cuando a la presencia de Nelson y Sergio, se le sumó la de Antonio Torres, que a bordo de un kayak, (que se transportó también en la zodiac), trató de formar un pasillo con la zodiac, para guiar así a los 3 nadadores de una manera más óptima durante el nado.

Pero desgraciadamente esas condiciones meteorológicas tan favorables no fueron muy extensas en el tiempo, ya que tras esa hora aproximadamente de mar en calma, el estado del mar fue empeorando progresivamente, y ahí cobró importancia la presencia de Nelson Sepúlveda y de Sergio Amorós, pues al estar ambos más frescos que Gustavo Carrión, se convirtieron en los que irían abriendo el camino y por consiguiente luchando con la resistencia del agua, mientras que Gustavo, mucho más castigado físicamente por las horas de travesía que llevaba en su cuerpo se encargaba de ponerse a la estela de los pies de sus compañeros.

En un primer momento, fue Nelson el encargado de guiar a Gustavo durante muchos kilómetros, pero tras importantes síntomas de cansancio muscular por parte de Nelson, fue Sergio el que tomaría el relevo, y el que además de conducir a Gustavo tenía que luchar contra un importante oleaje que iba desgastando físicamente y mentalmente al comprobar que el esfuerzo físico no tenía recompensa en cuanto al avance que se le esperaba.

Por ello, Sergio terminó exhausto y subió al barco, con lo cual Gustavo se enfrentó durante algunos kilómetros en solitario a unas condiciones climatológicas del todo adversas, pues a un oleaje cada vez más creciente se sumaban las corrientes en contra, por lo cual de manera inteligente se decidió entre todas las partes en que Gustavo finalizara la travesía en ese punto de 22km, pues los 6km que quedaban por alcanzar la costa, podían convertirse en interminables según la situación del mar.

Y una vez Gustavo a bordo de la zodiac, fue atendido por la enfermera Emma Asensi, del Hospital General de Elda que nos acompañaba, la cual se preocupó porque Gustavo no cogiera ninguna hipotermia, al igual que anteriormente se había preocupado por el resto de nadadores que intervinieron a lo largo de la prueba.

Con todos a bordo de la zodiac, ésta nos acercó no sin problemas debido al mal estado del mar, al lugar de llegada de la travesía, donde Gustavo, Nelson y Sergio se tiraron al agua para realizar unos 200m hasta llegar a la costa, y así estar junto al resto de la familia y publico que esperaba la llegada de los nadadores.

Lejos de estar tristes por no haber podido completar los 28km de nado que separan a las costas de Tabarca y Torrevieja, hay que estar orgullosos tanto de Gustavo Carrión, como de Nelson Sepúlveda y de Sergio Amorós, porque todos aquellos aspectos que eran controlables para tal reto se realizaron perfectamente, tales como:

- Estar preparados físicamente mediante entrenamientos adecuados a tal reto.

- Controlar la ingesta de alimentos durante los avituallamientos.

- Estar provistos de una buena estructura organizativa en cuanto a los medios de transporte: zodiac y kayak, pero también en cuanto al personal sanitario que garantizase la seguridad de los participantes.

Pero en cambio, en este tipo de pruebas que tienen lugar en un entorno que se interactúa con la naturaleza, siempre existe la presencia de factores externos, no controlables, con los que no se puede luchar al no depender de ellos.

Así, que no queda más que felicitar a todos ellos y animarles a preparar el siguiente reto.